martes, 20 de abril de 2021

La ansiedad, el cambio de estación y muchas flores.

En general, la gente cuando piensa en la ansiedad en los niños suele restarle importancia.

SON NERVIOS, ESTÁ INTRANQUILO, NO SERÁ NADA, NO TIENE PREOCUPACIONES...

Los niños tienen preocupaciones, los niños tienen ansiedad y tienen miedo a situaciones futuras.

Recuerdo una vez especialmente. Estaba en el colegio, tenía 11 años y ya no sabía qué inventarme para no ir. Así fue que recorrí mi ciudad de arriba abajo, sin rumbo, con mi mochila de 10 kilos de peso hasta que llegó la hora de volver.

De pequeña había muchas situaciones en el colegio que me daban ansiedad.

Salir al encerado, hablar en público, los exámenes, las notas, determinados compañeros, mis problemas para pronunciar el fonema s.

Cuando eres introvertida resulta que tienes que ser extrovertida y cuando eres extrovertida ¡cállate un poco hija que molestas!

Hay muchos casos en los que los padres por querer que el niño no sufra incrementan de manera no intencionada su ansiedad. Esto sucede cuando los padres, anticipándose a los miedos de su hijo, tratan de protegerlo de ellos (sobreprotección).

Mi opinión es que no debemos eliminar la ansiedad, sino ayudar al niño a manejarla mejor.

Todos los factores que me daban ansiedad de pequeña, existían y existirán. No debemos intentar borrar los obstáculos en el camino pues es un gran método (el mejor) de aprendizaje.

Intentar ser realistas, non podemos prometer cosas que no sabemos si pasarán.

No podemos prometerle que ese examen lo va a aprobar, que le va a salir genial la función de teatro y no se va a equivocar o que su mejor amigo siempre va a estar con él para lo que necesite.

Cuando le decimos a alguien esas cosas, le mentimos, porque no depende de nosotros, porque la vida es cambiante y porque no tenemos el don de leer el futuro. 


Mis 5 consejos para reducir la ansiedad y saber manejarla serían:

1. Dar importancia a lo que sienten y expresan. Escucharles. Siempre.

2. Encontrar el foco de su ansiedad. Para hacer frente al problema y buscar soluciones.

3. Enseñarle nuevas estrategias. Basadas en la relajación, en la respiración, actividades de yoga para niños... Leer libros favoritos, escribir cuentos, sentimientos (diario) o escuchar música son actividades que aportan tranquilidad y bienestar al que las realiza. 

4. Fomentar su autoestima. Hacer cosas que estamos seguros que sabe hacer y que el resultado es positivo. Aplaudir siempre sus logros y no reforzar sus debilidades.

5. Crear un ambiente de confianza. Es muy importante que nos cuente lo que siente. Para ello, debe sentirse seguro y apoyado.


A mí, por ejemplo, me afectan mucho los cambios de estación y me afecta muchísimo la primavera. Este mes mi nivel de ansiedad ha estado por las nubes por diversos motivos. Motivos que poco a poco se van despejando de mi cabeza y de mis hombros. La carga se aligera y vuelvo a ver luz. Volverán otras sombras, otros imprevistos y se volverán a difuminar.

Salir a caminar todos los días, escuchar el sonido de los pájaros y sólo centrarme en eso apartando mis pensamientos por varios minutos. 

Centrarme en mis pisadas, en el ruido de la hojas, en el viento o en la risa de mi acompañante mientras camino. Estar en el ahora y no en el más allá ni en el más acá.  

Todo eso me hace bien y todo eso me ayuda. A veces más, a veces menos pero lo noto.



Gracias por leerme.

Por preguntar si volvería al blog.

Por preocuparos.

Por existir 💙













 

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